Cultivo de guerrilla: Cultivar con éxito en secreto
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¿Qué es el cultivo de guerrilla?
El cultivo de guerrilla es un método de cultivo especial en el que las plantas se cultivan en secreto en lugares remotos de la naturaleza. Esta técnica suele utilizarse para el cannabis, pero también puede aplicarse a otras plantas. La idea básica es mantener el cultivo sin ser detectado colocando las plantas en lugares de difícil acceso y ocultas por densos arbustos o árboles. Esto te permite llevar a cabo tu pequeño proyecto de jardinería sin que nadie se dé cuenta - perfecto para cualquiera que no tenga su propio jardín o quiera permanecer discreto.
¿Por qué el cultivo de guerrilla?
El cultivo de guerrilla tiene algunas ventajas convincentes que lo hacen tan apasionante, especialmente para los jardineros aficionados discretos. El punto más importante es el anonimato. Como cultivas tus plantas lejos de tu propiedad, tu proyecto suele pasar desapercibido: nadie te relaciona directamente con el lugar de cultivo. Otro punto a favor es el ahorro de espacio. Si no dispones de jardín o balcón, puedes cultivar tus plantas buscando un lugar adecuado en la naturaleza. También es increíblemente rentable. Al utilizar la energía del sol y el entorno natural, no necesitas equipos caros como lámparas, tiendas de campaña o sistemas de ventilación que serían necesarios para el cultivo de interior. Por lo tanto, puedes cultivar con éxito con poco desembolso económico y poco espacio, ¡y todo de forma discreta!
El lugar adecuado: donde crece mejor
La ubicación es lo más importante en el cultivo de guerrilla: determina si tu proyecto tiene éxito o si se descubre rápidamente. Por encima de todo, un buen lugar debe estar alejado. Cuanto más difícil sea llegar al lugar, menos posibilidades habrá de que paseantes accidentales u ojos curiosos descubran tus plantas. Un bosque denso, un terreno inaccesible o un parque cubierto de maleza pueden ser buenas opciones. Pero la lejanía por sí sola no basta: tus plantas necesitan suficiente luz solar. Asegúrese de que el lugar recibe al menos cinco o seis horas de luz solar al día. Un lugar en semisombra puede funcionar, pero para la mayoría de las plantas, la luz solar directa es crucial para un crecimiento óptimo.
El suministro de agua es otro factor importante. Si plantas cerca de un curso de agua natural, como un arroyo o un estanque, te ahorrarás mucho riego. Las plantas se cuidarán solas y no tendrás que estar trayendo agua constantemente, lo cual no sólo sería costoso, sino que también aumentaría el riesgo de que alguien se percatara de tus actividades.
Por último, el lugar debe ser discreto e integrarse armoniosamente en el entorno. Los arbustos altos, la hierba o los árboles proporcionan la intimidad ideal. A ser posible, las plantas no deben ser reconocibles a distancia y deben fundirse con el entorno. Así, su pequeño jardín secreto seguirá siendo realmente un secreto.
La planta adecuada: ¿cuál es adecuada para el cultivo de guerrilla?
En el cultivo de guerrilla, las variedades de plantas adecuadas desempeñan un papel fundamental para tener éxito y pasar desapercibido. Las variedades autoflorecientes son especialmente adecuadas para el cannabis, ya que florecen independientemente de los ciclos de luz y están listas para la cosecha más rápidamente. Un ejemplo de ello es White Widow Auto, que es robusta frente a las condiciones climáticas y requiere pocos cuidados.
Las variedades clásicas de exterior, como Durban Poison o Hollands Hope, también son ideales, ya que se han desarrollado especialmente para climas más duros. Estas plantas son resistentes a las plagas y también pueden prosperar en temperaturas más frías. Variedades como Guerrilla's Gusto incluso se han cultivado específicamente para el cultivo de guerrilla, centrándose en el alto rendimiento y los bajos requisitos de mantenimiento.
También hay variedades autóctonas, cepas naturales que se han adaptado a entornos extremos durante siglos. Ejemplos de ello serían la Afghan Kush, para regiones más secas y cálidas, o la Hindu Kush, que crece robusta en las montañas. Estas variedades son especialmente resistentes y requieren pocos cuidados adicionales, pues ya están adaptadas de forma natural a condiciones exigentes.
Con estas variedades, tienes una buena selección de plantas perfectas para el cultivo de guerrilla: discretas, fáciles de cuidar y listas para prosperar incluso en entornos difíciles.
Cuidados y cosecha: menos es más
En el cultivo de guerrilla, el lema es: menos es más. Como no puedes visitar a tus plantas con regularidad, deben tener el menor mantenimiento posible y ser autosuficientes en gran medida. Esto significa que debes elegir plantas que se desarrollen con un mínimo de atención y que no requieran cuidados constantes.
Riego
El aspecto más importante del cuidado es el suministro de agua. Lo ideal es elegir un lugar cerca de un arroyo o un río para que las plantas reciban suficiente agua de forma natural. Si no es posible, puede mantener la humedad del suelo con mantillo, que reduce la evaporación. También pueden ser útiles los sistemas de autorriego, como los depósitos de agua o las botellas enterradas que liberan lentamente el agua.
Fertilización
Como rara vez estarás en el terreno, la mejor opción es el abono orgánico de liberación lenta. Se libera lentamente y aporta nutrientes a las plantas durante varias semanas. Abonar en el momento de plantar suele bastar para cubrir todo el periodo de crecimiento. Otra ventaja: los abonos orgánicos son discretos y no dejan rastros que puedan atraer la atención de los curiosos hacia tus plantas.
Momento de la cosecha
El momento de la cosecha lo es todo. El mejor momento es a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando hay menos gente. Hay que vigilar las plantas con regularidad, pero sin llamar la atención, para no perderse el momento óptimo de la cosecha. Una vez maduras las flores, es importante cosechar las plantas lo antes posible para protegerlas de los elementos o de posibles exploradores. Asegúrate de que puedes cosechar por etapas si no todas las plantas están maduras al mismo tiempo.
En resumen: reduce al mínimo las visitas, asegúrate un suministro natural de agua y utiliza abonos de liberación lenta para reducir al mínimo el mantenimiento. De este modo, tu proyecto de cultivo de guerrilla será discreto pero exitoso.
Riesgos del cultivo de guerrilla
El cultivo de guerrilla conlleva varios riesgos que debes vigilar para llevar a cabo tu proyecto con éxito y sin ser detectado. He aquí los tres mayores desafíos:
Descubrimiento
El mayor riesgo es, por supuesto, que descubran tus plantas. Por muy remoto y oculto que sea el lugar, siempre existe la posibilidad de que excursionistas, cazadores u otras personas tropiecen accidentalmente con tus plantas. Para evitarlo, elija un lugar de difícil acceso y poco frecuentado. Procure no dejar rastros o huellas visibles que puedan apuntar a sus plantas. Su objetivo es llamar la atención lo menos posible sobre usted y su ubicación.
Animales
Otro riesgo son los animales. En la naturaleza, hay muchas especies animales como ciervos, conejos o roedores a los que les gusta mordisquear las plantas jóvenes. Para proteger tus plantas, puedes tomar medidas sencillas, como levantar una pequeña valla de alambre o utilizar repelentes naturales, como olores penetrantes o sprays. El mantillo o las hojas secas alrededor de las plantas también pueden disuadir a los animales de comerse los brotes frescos.
Condiciones meteorológicas
El clima es un factor incontrolable en el cultivo de guerrilla. La lluvia, las tormentas, la sequía o las temperaturas extremas pueden afectar gravemente a tus plantas. No es posible optimizar las condiciones como en el cultivo de interior, por lo que es importante elegir plantas robustas y resistentes que puedan soportar bien las fluctuaciones de temperatura y la lluvia. También debes elegir un lugar que ofrezca protección contra los vientos fuertes pero que reciba suficiente luz solar.