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Las semillas de cannabis feminizadas son una forma selectiva de cultivo cuyo objetivo principal es producir plantas hembra. La ventaja para los cultivadores es que prácticamente pueden descartar la aparición de plantas macho en su cultivo. Es bien sabido que son las plantas hembra las responsables de la producción de flores de alta calidad, un objetivo clave en la mayoría de los proyectos de cultivo. Con el uso de semillas feminizadas, es posible hacer un uso eficiente del espacio y los recursos de cultivo centrándose exclusivamente en las plantas que realmente producirán la cosecha esperada.

Las semillas de cannabis autoflorecientes son un método de cultivo innovador que permite a las plantas entrar en la fase de floración de forma automática e independiente de las condiciones de luz. Su transición a la fase de floración viene determinada por la edad de la planta, no por la cantidad de luz que reciben. Esto las convierte en una excelente opción para los cultivadores que prefieren un método de cultivo sencillo y eficaz. Estas cepas son conocidas por su rápido crecimiento y tiempo de maduración, así como por su resistencia, lo que las hace especialmente atractivas para principiantes o para cultivar en zonas con condiciones de luz subóptimas.

Las variedades con un alto contenido en CBD están diseñadas para aprovechar los beneficios medicinales del cannabis sin producir los efectos embriagadores del THC.

Por otro lado, las variedades ricas en THC son las preferidas por los consumidores que desean experimentar el efecto psicoactivo característico del cannabis. Estas variedades ofrecen una variedad de efectos que pueden ir desde una intensa sensación de bienestar hasta una profunda relajación.

El primer paso en el cultivo de cannabis es la germinación de las semillas, que se lleva a cabo entre paños húmedos o directamente en el medio de cultivo previsto. Una vez que las semillas han germinado, deben transferirse al suelo o a un sistema hidropónico. Es importante proporcionar a las plantas jóvenes luz, agua y nutrientes suficientes, garantizando al mismo tiempo un clima de cultivo ideal. Encontrará más información al respecto en nuestro blog.

La germinación de las semillas de cannabis puede tardar entre un día y una semana, dependiendo de lo frescas que estén y de lo óptimas que sean las condiciones ambientales, como la humedad y la temperatura. Para obtener resultados óptimos, es aconsejable colocar las semillas en un entorno húmedo y mantener una temperatura ambiente de unos 22 grados centígrados. Encontrará más información al respecto en nuestro blog.