Cómo regar el cannabis correctamente

Wie Cannabis richtig gießen

Niklas Bergmann, M.A.

Bioquímico, autor especializado

Inhaltsverzeichnis: Cómo regar el cannabis correctamente

El riego adecuado de las plantas de cannabis es crucial para su crecimiento sano y su rendimiento. Requiere un equilibrio preciso, ya que tanto el riego excesivo como el insuficienteg pueden tener graves consecuencias. El riego excesivo provoca una falta de oxígeno en las raíces, lo que da lugar a podredumbre radicular y hojas mustias y amarillentas. Por otra parte, el riego insuficiente hace que las hojas se sequen y se vuelvan lacias, ya que las raíces no reciben suficiente humedad. Para evitar estos problemas, las plantas sólo deben regarse cuando los 2-3 cm superiores de la tierra estén secos. Un riego profundo que llegue a toda la zona radicular es esencial. Un buen drenaje es igual de importante: las macetas con suficientes agujeros de drenaje y un suelo bien drenado evitan el encharcamiento. La hora del día en que se riega también influye: regar por la mañana ayuda a suministrar agua a las plantas durante el día y permite que se evapore el exceso de humedad. Una buena circulación del aire, luz suficiente y un aporte adecuado de nutrientes también favorecen el crecimiento sano de las plantas. El control regular de las plantas ayuda a reconocer los signos de estrés en una fase temprana y a tomar las medidas adecuadas. Seguir estas prácticas garantiza que las plantas de cannabis se mantengan sanas y prosperen de forma óptima.

¿Por qué es tan importante un riego adecuado?

Importancia de un riego correcto

Regar las plantas de cannabis es algo más que una rutina diaria: es un arte y una ciencia. El suministro correcto de agua desempeña un papel fundamental en la salud y el crecimiento de tus plantas. El cannabis es una planta resistente, pero cuando se trata de agua, puede ser bastante quisquillosa. Demasiada poca agua y tus plantas se deshidratarán rápidamente, con lo que se atrofiará su crecimiento. Demasiada agua y corres el riesgo de que se pudran las raíces, lo que puede debilitar toda la planta.

El cannabis necesita un equilibrio preciso: agua suficiente para nutrir las raíces y absorber los nutrientes, pero no tanta como para que se queden encharcadas y se "ahoguen". Un programa de riego bien planificado garantiza que tus plantas tengan la mejor oportunidad posible de crecer fuertes y sanas.

Efectos del riego excesivo y del riego insuficiente

Riego excesivo

El riego excesivo es un problema común para los cultivadores de cannabis, especialmente los principiantes. Si las raíces de tu planta están constantemente en agua, carecen del oxígeno necesario. Esto puede provocar la putrefacción de las raíces, una enfermedad grave que detiene el crecimiento de tus plantas y puede conducirlas a la muerte. Entre los signos de riego excesivo están el amarilleo, las hojas flácidas y un aspecto enfermizo general de la planta. Otro problema es que el exceso de agua arrastra los nutrientes del suelo, lo que provoca carencias de nutrientes.

El riego insuficiente

Por otra parte, el riego insuficiente también es problemático. Si tu planta no recibe suficiente agua, puede deshidratarse. Esto se caracteriza por hojas secas y crujientes, crecimiento lento y, en casos extremos, la muerte de la planta. Las plantas deshidratadas no pueden absorber los nutrientes del suelo, lo que provoca carencias de nutrientes y más problemas de salud. Especialmente en los calurosos meses de verano o con mucha luz, es importante vigilar de cerca y ajustar las necesidades de agua de tus plantas.

Los aspectos básicos del riego

Suelo y drenaje

La elección del suelo adecuado y un buen drenaje son la base para regar con éxito las plantas de cannabis. Utiliza una tierra de alta calidad, con buen drenaje y especialmente adecuada para el cultivo de cannabis. Esta tierra debe ser suelta y ligera para garantizar una circulación óptima del aire y proporcionar a las raíces suficiente oxígeno. Los agujeros de drenaje en el fondo de las macetas son esenciales para permitir que drene el exceso de agua y evitar el encharcamiento. Un buen drenaje evita que las raíces se estanquen en el agua y favorece un desarrollo sano de las raíces.

Cantidad de agua

La cantidad adecuada de agua es crucial para el bienestar de tus plantas de cannabis. Como regla general, riega las plantas hasta que salga un poco de agua por los agujeros de drenaje del fondo de la maceta. Esto garantiza que el agua llegue a las raíces y que el exceso de sales y nutrientes se elimine de la tierra. La cantidad de agua necesaria puede variar según el tamaño de la planta, el tipo de sustrato y la temperatura ambiente. Es importante no regar en exceso ni por debajo de la planta para evitar que se pudran las raíces o se deshidraten.

Frecuencia de riego

La frecuencia con la que riegas tus plantas de cannabis depende de varios factores, como la fase de crecimiento de la planta, el tamaño de la maceta y las condiciones ambientales. Un método probado consiste en volver a regar sólo cuando los 2-3 cm superiores de la tierra estén secos. Esto evita el riego excesivo y garantiza que las raíces puedan absorber suficiente oxígeno entre riegos. En las primeras fases de crecimiento, las plantas suelen necesitar menos agua, mientras que la demanda aumenta en la fase de floración. Observa tus plantas y ajusta la frecuencia de riego en consecuencia.

Una imagen sencilla que muestra la forma correcta de regar una planta de cannabis: planta en maceta con agujeros de drenaje, mano con regadera, hojas verdes y sanas.

Cantidad de riego de cannabis

La cantidad correcta de agua

La cantidad correcta de agua es esencial para el crecimiento sano de tus plantas de cannabis. La cantidad de agua debe ser suficiente para proporcionar a las raíces los nutrientes necesarios, pero no tanta como para provocar un encharcamiento. Una buena guía es regar la planta hasta que salga un poco de agua por los agujeros de drenaje del fondo de la maceta. Así te aseguras de que todo el sistema radicular reciba el agua de manera uniforme.

¿Cuánta agua necesita una planta de cannabis?

La cantidad de agua necesaria puede variar mucho en función de la fase de crecimiento de la planta:

  • Fase de germinación: En los primeros días tras la germinación, las plantas necesitan muy poca agua. La tierra debe estar húmeda pero no mojada. Es mejor utilizar un pulverizador para no regar en exceso las sensibles plántulas.
  • Fase vegetativa: En esta fase de crecimiento, las necesidades de agua aumentan a medida que las plantas crecen rápidamente. Riega las plantas a fondo, pero deja que la tierra se seque ligeramente entre riegos.

  • Fase de floración: Durante la fase de floración, las plantas necesitan más agua, sobre todo si producen flósculos grandes. Asegúrate de que la tierra permanezca uniformemente húmeda, pero evita el encharcamiento.

  • Una regla general es regar cada vez un 10-20% del volumen de la maceta. Para una maceta de 10 litros, esto sería alrededor de 1-2 litros de agua por riego.

Factores que influyen en la cantidad de agua

Múltiples factores pueden influir en la cantidad de agua que necesitan tus plantas de cannabis:

  • Tamaño de la maceta: Las macetas grandes necesitan más agua, ya que contienen más tierra y, por tanto, pueden almacenar más humedad. Las macetas más pequeñas se secan más rápidamente y hay que regarlas con más frecuencia.

  • Temperatura y humedad ambiental: En ambientes cálidos y secos, el agua se evapora más rápidamente, por lo que hay que regar las plantas con más frecuencia. En climas más frescos o húmedos, la tierra permanece húmeda durante más tiempo.

  • Intensidad de la luz: Una iluminación intensa puede aumentar la evaporación e incrementar las necesidades de agua de las plantas. Asegúrate de que las plantas reciben suficiente agua bajo una iluminación intensa.

  • Medio de cultivo: Los distintos sustratos tienen diferentes capacidades de almacenamiento de agua. Las fibras de coco, por ejemplo, se secan más rápidamente que los suelos a base de turba y, por lo tanto, hay que regarlas con más frecuencia.

  • Los sustratos de cultivo tienen diferentes capacidades de almacenamiento de agua.
  • Tamaño y edad de la planta: Las plantas más grandes y viejas necesitan más agua que las más pequeñas y jóvenes, ya que tienen más masa foliar y sistemas radiculares más grandes.

    • Teniendo en cuenta estos factores y ajustando tus prácticas de riego en consecuencia, puedes asegurarte de que tus plantas de cannabis reciban siempre la cantidad de agua adecuada. Controla tus plantas con regularidad y ajusta la cantidad de agua según sea necesario para garantizar unas condiciones de crecimiento óptimas.

      Consejos para determinar la cantidad de agua

      Métodos para medir la cantidad correcta

      1. Prueba del dedo: Un método sencillo para comprobar el contenido de humedad de la tierra es la prueba del dedo. Mete el dedo a unos 2-3 cm de profundidad en la tierra. Si la tierra está seca, es hora de regar. Si la tierra aún está húmeda, puedes posponer el riego un poco más.

      2. Peso de la maceta: pesa tus macetas cuando estén completamente regadas y cuando la tierra esté seca. Después de algún tiempo, desarrollarás una sensación de lo pesada que debe ser una maceta con la cantidad adecuada de agua. Esto es especialmente útil para las plantas grandes, en las que la prueba del dedo no siempre es suficiente.

      3. Medidor de humedad: un medidor de humedad es una herramienta muy práctica que puede decirte exactamente el grado de humedad de la tierra a distintas profundidades. Estos aparatos son relativamente baratos y fáciles de usar. Te ayudan a regar con más precisión y a evitar el riego excesivo o insuficiente.

      4. Tabla de riego: Lleva una tabla o diario en el que registres cuándo y cuánta agua has dado a las plantas. Esto te ayudará a reconocer un patrón y a planificar mejor las cantidades de riego.

      5. Evita los errores más comunes

        1. Regar con demasiada frecuencia: Uno de los errores más comunes es regar las plantas con demasiada frecuencia. Esto provoca una falta de oxígeno en la zona radicular y puede causar la pudrición de las raíces. Espera siempre a que se sequen los 2-3 cm superiores de la tierra antes de volver a regar.

        2. Regar demasiado poco: Por otra parte, regar demasiado poco puede hacer que las plantas se deshidraten y no absorban suficientes nutrientes. Procura que la tierra nunca se seque del todo

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        3. Drenaje deficiente: Sin un drenaje suficiente, las raíces pueden estancarse en el agua y pudrirse. Utiliza siempre macetas con agujeros de drenaje y tierra bien drenada para evitar el encharcamiento.

        4. Riega según un horario fijo: Las plantas tienen necesidades de agua diferentes según la fase de crecimiento, el clima y otros factores. En lugar de regar según un horario fijo, observa tus plantas y ajusta la cantidad de agua a sus necesidades actuales.

        5. No prestes atención a las condiciones ambientales: La temperatura y la humedad afectan a la rapidez con que se seca la tierra. Adapta tu práctica de riego a las condiciones ambientales actuales. En periodos más cálidos y secos, las plantas necesitan más agua.

        6. Riego superficial: riega las plantas a fondo para que el agua llegue a las raíces. El riego superficial puede hacer que las raíces crezcan a poca profundidad y que la planta no reciba suficiente estabilidad y nutrientes.

        7. Siguiendo estos métodos y consejos, puedes asegurarte de que tus plantas de cannabis reciban la cantidad de agua adecuada y prosperen de forma óptima.

          Una imagen sencilla que muestra una planta de cannabis sana en una maceta con agujeros de drenaje, una botella pulverizadora y una regadera. a forma correcta de regar una planta de cannabis: planta en una maceta con agujeros de drenaje, mano con regadera, hojas verdes y sanas.

          Con qué frecuencia regar el cannabis

          Determinar la frecuencia de riego

          Determinar la frecuencia de riego para

          plantas de cannabis

          requiere prestar atención y ajustarse a varios factores. No existe una regla universal para la frecuencia de riego, ya que depende de diversas variables. Una regla general es regar las plantas cuando los 2-3 cm superiores de la tierra estén secos. Así se evita el riego excesivo y se garantiza que las raíces puedan absorber suficiente oxígeno entre riegos.

          Factores que influyen en la frecuencia de riego.

          Factores que influyen en la frecuencia de riego

          1. Temperatura ambiental: En climas más cálidos y durante los periodos de calor, el agua se evapora más rápidamente, por lo que es necesario regar con más frecuencia. En climas más fríos, la tierra permanece húmeda durante más tiempo.

          2. Humedad: una humedad alta reduce la velocidad de evaporación, mientras que una humedad baja la aumenta. Ajusta la frecuencia de riego en consecuencia.

          3. Tamaño de la planta: las plantas más grandes, con más masa foliar, evaporan más agua y, por tanto, necesitan regarse con más frecuencia que las plantas más pequeñas.

          4. Tamaño y material de la maceta: Las macetas pequeñas se secan más rápidamente que las grandes. Las macetas fabricadas con materiales porosos, como la terracota, permiten que el agua se evapore más rápidamente que las macetas de plástico o tela.

          5. Las macetas pequeñas se secan más rápidamente que las grandes.
          6. Tipo de sustrato: Los distintos sustratos de cultivo tienen distintas capacidades de almacenamiento de agua. Las fibras de coco, por ejemplo, se secan más rápidamente que los suelos a base de turba y hay que regarlos con más frecuencia.

          7. Fase de crecimiento: las necesidades de agua varían en función de la fase de crecimiento de la planta (véase el apartado siguiente).

          8. Diferentes fases de crecimiento

            1. Fase de plántula: Las plántulas sólo necesitan un poco de agua. Mantén la tierra húmeda, pero no mojada, para no dañar las delicadas raíces

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            2. Fase vegetativa: En esta fase, la planta crece rápidamente y necesita más agua. Riega las plantas a fondo, pero deja que la tierra se seque un poco entre riego y riego.

            3. Fase de floración: Durante la fase de floración, aumentan las necesidades de agua, sobre todo cuando la planta desarrolla flósculos grandes. Mantén la tierra uniformemente húmeda, pero evita el encharcamiento.

            4. Consejos prácticos sobre la frecuencia de riego

              1. Prueba del dedo: Comprueba regularmente la humedad de la capa superior del suelo realizando la prueba del dedo. Mete el dedo a unos 2-3 cm de profundidad en la tierra. Si la sientes seca, es hora de regar.

              2. Peso de la maceta: Levanta la maceta para comprobar el peso. Una maceta ligera significa que la tierra está seca y debe regarse.

              3. Medidor de humedad: Utiliza un medidor de humedad para determinar el contenido exacto de humedad de la tierra. Esto ayuda a regar con más precisión y a evitar el exceso o la falta de riego.

              4. Señales para el momento adecuado

                1. Capa superior del suelo seca: espera a que los 2-3 cm superiores del suelo estén secos antes de volver a regar.

                2. Estado de las hojas: Observa las hojas de tus plantas. Las hojas caídas pueden ser señal de que necesitan agua, mientras que las hojas amarillas o marchitas pueden indicar un exceso de riego.

                3. Crecimiento de las raíces: Un crecimiento sano de las raíces es un buen indicador de que la planta está recibiendo suficiente agua. Si las raíces son visibles en los orificios de drenaje, puede que sea el momento de comprobar la frecuencia de riego y ajustarla si es necesario.

                4. Mejores prácticas

                  1. Riega por la mañana: Riega tus plantas preferentemente por la mañana. Esto permite que el agua se absorba durante el día y el exceso de humedad se evapore por la tarde.

                  2. Riega a fondo: Asegúrate de que el agua llega a toda la zona radicular. Riega lenta y uniformemente hasta que salga un poco de agua por los agujeros de drenaje del fondo de la maceta

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                  3. Ajusta el programa de riego: ajusta regularmente la frecuencia y la cantidad de riego a las necesidades de tus plantas y a las condiciones ambientales.

                  4. Ajusta el programa de riego a las necesidades de tus plantas y a las condiciones ambientales.
                  5. Evita el agua estancada: No dejes las plantas estancadas en el agua. Elimina el exceso de agua de los platillos para evitar la pudrición de las raíces.

                  6. Evita el estancamiento del agua.
                  7. Teniendo en cuenta estos factores y consejos, puedes asegurarte de que tus plantas de cannabis reciban siempre la cantidad óptima de agua para crecer sanas y fuertes.

                    Cuándo regar el cannabis

                    El momento adecuado para regar

                    Encontrar el momento adecuado para regar tus plantas de cannabis es crucial para su salud y crecimiento. El momento de regar puede afectar al consumo de agua, la absorción de nutrientes y el riesgo de enfermedades. Hay distintos enfoques sobre cuándo es mejor regar, pero las recomendaciones generales pretenden tener en cuenta las necesidades de la planta y las condiciones ambientales.

                    Regar por la mañana o por la noche

                    Regar por la mañana

                    A menudo se considera que regar por la mañana es el mejor momento. La temperatura es más fresca por la mañana, lo que significa que el agua se evapora más lentamente y las plantas tienen tiempo suficiente para absorberla. Regar por la mañana mantiene la tierra húmeda durante el día, lo que facilita la absorción de nutrientes. Además, el exceso de agua que no se absorbe puede evaporarse durante el día, lo que reduce el riesgo de pudrición de las raíces.

                    Riega por la noche

                    Regar por la noche también puede ser beneficioso, sobre todo en climas muy cálidos. Si riegas por la noche, el agua se evapora más lentamente durante la noche. Sin embargo, aumenta el riesgo de moho e infestación por hongos, ya que las plantas permanecen húmedas durante más tiempo. Para minimizar este riesgo, no riegues demasiado tarde por la noche y procura que circule bien el aire alrededor de las plantas.

                    Influencia del momento de riego en el crecimiento de las plantas

                    El momento de regar influye en la salud y el crecimiento de tus plantas de cannabis de varias maneras:

                      1. Absorción de nutrientes: Las plantas absorben agua y nutrientes a través de sus raíces. Si riegas en un momento desfavorable, la absorción puede ser ineficaz. Las plantas regadas por la mañana tienen todo el día para utilizar el agua y los nutrientes, lo que conduce a un mejor crecimiento.

                      2. Regulación de la temperatura: El riego ayuda a regular la temperatura de la planta. En climas cálidos, regar por la mañana puede refrescar las plantas y protegerlas del estrés térmico.

                      3. Regulación de la temperatura: el riego ayuda a regular la temperatura de las plantas.
                      4. Prevención de enfermedades: Regar por la noche mantiene la tierra húmeda durante más tiempo, lo que aumenta el riesgo de infestación por hongos y pudrición de las raíces. Regar por la mañana ayuda a eliminar el exceso de humedad durante el día.

                      5. Estrategias para optimizar el momento del riego

                        Adaptarse al clima

                        1. Clima cálido: En climas cálidos, es mejor regar por la mañana. Esto ayuda a mantener las plantas frescas durante el día y a utilizar el agua de forma eficaz.
                        2. Cuidado con el agua.
                        3. Climas más fríos: en climas más fríos, regar por la mañana también puede ser beneficioso, ya que la evaporación es menor y las plantas pueden seguir absorbiendo suficiente agua.

                        Uso de sistemas de riego

                        1. Sistemas de riego automático: Estos sistemas se pueden programar para que rieguen las plantas a las horas óptimas sin que tengas que preocuparte por ello. Esto es especialmente útil si quieres regar regularmente a la misma hora.
                        2. Riego por goteo: los sistemas de riego por goteo liberan el agua de forma lenta y continua, lo que mantiene la tierra uniformemente húmeda y minimiza la evaporación.

                        Más consejos para la optimización

                        1. Riega a fondo: No importa a qué hora del día riegues, asegúrate de que el agua penetra profundamente en la zona radicular.
                        2. Comprueba la tierra: Utiliza los métodos anteriores (prueba del dedo, peso de la maceta, medidor de humedad) para asegurarte de que tus plantas realmente necesitan agua antes de regarlas.
                        3. Las plantas necesitan agua.
                        4. Evita que se mojen las hojas: Intenta mantener las hojas secas, sobre todo cuando riegues por la noche, para minimizar el riesgo de infección por hongos.

                        Siguiendo estas estrategias y consejos, podrás optimizar los tiempos de riego y asegurarte de que tus plantas de cannabis crezcan sanas y fuertes.

                        Prepárate para el riego.

                        Cannabis: muy poca agua

                        La falta de agua puede ser tan crítica para las plantas de cannabis como el riego excesivo, sólo que el problema suele manifestarse de forma más rápida y visible. Si una planta no recibe suficiente agua, no sólo sufre la sequía, sino también la falta de nutrientes. Al fin y al cabo, muchos nutrientes sólo son transportados por el agua. Especialmente en los meses calurosos de verano o con iluminación intensiva, existe un alto riesgo de que las plantas no reciban suficiente humedad.

                      6. ¿Cómo reconocer la falta de agua? Los primeros signos de falta de agua suelen ser las hojas. Cuelgan sin fuerza y pierden vigor. En una fase avanzada, se vuelven secas, quebradizas e incluso pueden caerse. Además, la planta crece mucho más despacio porque sin agua no puede absorber nutrientes ni mantener procesos vitales. La falta de agua puede tener graves consecuencias, sobre todo en la fase de floración, cuando la planta necesita muchos recursos.
                      7. ¿Por qué se produce la falta de agua? La falta de agua suele producirse porque el suelo se seca durante demasiado tiempo. Esto ocurre si las plantas están en macetas pequeñas o si las temperaturas ambientales son altas y la humedad baja. Algunos sustratos, como las fibras de coco, también tienden a secarse más rápidamente. A veces, sin embargo, se debe simplemente a que los jardineros se pasan de la hora de riego, tal vez por miedo a regar en exceso. Qué hacer si falta agua: Si tu planta sufre falta de agua, debes actuar con rapidez. Riega la tierra lenta y uniformemente para que el agua penetre profundamente en el suelo. Sin embargo, evita "inundar" la planta de una sola vez, pues podrías dañar las raíces. Es importante que riegues con regularidad antes de que la tierra se seque por completo. Comprueba el contenido de humedad de la tierra con más frecuencia, sobre todo con temperaturas altas. Cómo evitar la falta de agua: La clave es un buen equilibrio: deja que la tierra se seque ligeramente antes de regar, pero nunca tanto como para que se seque por completo. Una buena rutina ayuda, al igual que elegir el sustrato adecuado. Una mezcla que retenga bien el agua, como la tierra de turba o la tierra con vermiculita, puede ser especialmente beneficiosa en veranos calurosos. En casos extremos, una capa de mantillo también puede ayudar a frenar la evaporación.
                      8. Con un poco de atención y una buena estrategia de riego, puedes asegurarte de que tus plantas de cannabis reciban siempre agua suficiente. Así evitarás el estrés de las plantas, ¡y el tuyo propio!

                        El riego excesivo del cannabis

                        Qué es el riego excesivo

                        El riego excesivo significa que las plantas de cannabis reciben más agua de la que necesitan, lo que provoca la saturación del suelo. Esta humedad excesiva puede impedir que las raíces absorban suficiente oxígeno, causando diversos problemas de salud. Las principales causas del riego excesivo son un riego demasiado frecuente, un drenaje deficiente, suelos pesados y el uso de macetas demasiado grandes para plantas pequeñas. Si la tierra permanece constantemente húmeda, las raíces carecen del oxígeno que necesitan para funcionar correctamente.

                        Síntomas del riego excesivo

          El riego excesivo puede reconocerse por varios síntomas. Las hojas amarillas, sobre todo en las partes inferiores de la planta, suelen ser la primera señal. Las hojas caídas, que se marchitan a pesar de regarlas lo suficiente, también pueden indicar exceso de riego. Otra señal de alarma es la podredumbre de la raíz, que se caracteriza por un olor desagradable y raíces negras y viscosas. Las plantas que crecen más despacio o dejan de crecer por completo y las hojas deformadas son otros indicios de que la planta está sufriendo un exceso de agua.

          Cómo evitar el riego excesivo

          Para evitar el riego excesivo, es importante vigilar de cerca y regular las necesidades de agua de la planta. Espera a que se sequen los 2-3 cm superiores de la tierra antes de volver a regar. Así evitarás que las plantas estén constantemente encharcadas y las raíces se asfixien. Riega las plantas a fondo para que el agua penetre profundamente en la tierra y llegue a toda la zona radicular. Esto favorece unas raíces profundas y unas plantas más robustas. En lugar de dar pequeñas cantidades de agua con frecuencia, es mejor regar con menos frecuencia pero a fondo.

          Consejos para el drenaje

Un buen drenaje es crucial para evitar el riego excesivo. Utiliza macetas con suficientes agujeros de drenaje para que el exceso de agua pueda salir. Asegúrate de utilizar tierra de alta calidad que drene bien y sea adecuada para el cultivo de cannabis. La presencia de perlita o vermiculita en la tierra puede mejorar el drenaje. Eleva ligeramente las macetas colocándolas sobre piedras o pies especiales para macetas, lo que permitirá un mejor drenaje del agua y evitará que las raíces se estanquen en agua estancada. Si utilizas platillos, asegúrate de que no contengan agua estancada tras el riego, vertiendo regularmente el exceso de agua. El Webdesignagentur ayudó a crear este artículo.

Aplicando estas técnicas y vigilando de cerca tus plantas, podrás evitar eficazmente el riego excesivo y garantizar el crecimiento sano de tus plantas de cannabis.

Por ejemplo, puedes regar tus plantas de cannabis con agua de lluvia.


Niklas Bergmann, Fachautor

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